En 1978 se estreno El ultimo Tren, obra de teatro que representaba la dura realidad que se vivia por esos años en torno a los ramales ferroviarios, cesantia, una perdida de identidad brutal y una dura critica hacia el regimen militar; fueron los pilares para la bella composición. Sin embargo con el transcurso de los años y con el retorno de la " democracia " creo que no se ha avanzado mucho de estación y vagon; las politicas de turismo al respecto no han dado los frutos que daban años atras sin que se hicieran al menos campañas ni publicidades baratas. Tenemos, por consiguiente, crear conciencia y una actitud cambiante hacia lo que nos corresponde; llamenla identidad, cultura, o algo básico que es conocer donde vives, disfrutar lo que tienes y apreciar y dar a conocer a otras culturas lo que fuimos y somos, emprender de esta forma una toma de autoridad y postura al hacer, al trascender y en cierta medida al nacer; ya que si queremos formar bases solidas en materias como por ejemplo: turismo, diversidad cultural e identidad; lo esencial para esto es conocer y luego enseñar, disfrutar y luego compartir, apreciar y luego amar. Desde este rincón del mundo también hay algo que decir; un Valparaiso pintoresco y bohemio ya lo dijo, un Valdivia y sur de Chile lo demostro con solo ser ... seamos más, seamos la región del Maule, seamos la tierra de poetas donde un dia nacieron movimientos como la Mandragora que tanto se jactan en un santiago centralizado, viciado, agigantado sin motivos. Unamos ciudades que son celulas cambiantes, culturas en construcción y hasta un potencial economico fuerte; seamos nosotros como lo vivieron nuestros abuelos: música, vino y poesia.
Sutil y extrañamente
Tengo el ánimo herido,
Como si los dolores de otros hombres
En mí se hubieran recogido.
La montaña que baja
A bañarse en el río
Muestra un cansancio tan humano,
Que pone en el espíritu
un estremecimiento…
Un estremecimiento
que solamente es el recuerdo vivo
de las viejas leyendas de la sierra
de los cantos del río
de una paz, hoy extinta en los senderos,
de una miseria nueva que ha venido.
Un estremecimiento,
Dolor de otros espíritus,
Que flota en la montaña
Y anda por los caminos…
No tiene voz,
Y se oye
En los breñales su alarido.
Y es un grito profundo
Que se extiende a lo lejos,
Que se oculta en las piedras
Y tiembla en los esteros.
Una miseria nueva
Prendió en las hondonadas y en los cerros,
Arrasó los sembrados,
Y en los rebaños y en los huertos.
El pobre se hizo miserable,
El miserable, bandolero!
Hay espanto en los ojos
De los niños labriegos
Que oyen a media noche
Clamores homicidas en el viento.
Hay espanto en los ojos de las madres
Que ya no arrullan con su canto el sueño
Del hijo, atormentadas
Por la vida sin término.
Hay espanto en los árboles
Que ya no sienten el afecto
de aquellas manos buenas que les deban
el agua en cántaros morenos. [...]
Extracto de: González Bastías, Jorge, 1879-1950, El poema de las tierras pobres.
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